HERMANAS MISIONERAS DE JESÚS ETERNO SACERDOTE
El Espíritu Santo hizo don a Madre Margherita Maria Guaini, nuestra Fundadora, de acoger y dar respuesta a una pregunta recogida místicamente de los labios de Jesús: “¿Qué utilidad tiene mi Sangre si nadie la hace valer?” (cf. Sal 30,10), compartiendo la sed universal de salvación de Cristo Sacerdote, dando a conocer, apreciar y vivir el misterio de la Santa Misa, en la cual Él, a través del ministerio de los Sacerdotes, continúa ofreciendo al Padre su único y universal sacrificio redentor.